Cuando,
literalmente,
comienzas a
levantarte.
Hoy estoy romántica, en un grado superlativo. Y me encanta.
Es como una dulce enfermedad que se me va instalando en las vértebras y me duele de placer.
Y la vida me parece maravillosa...
Así que hoy os leo un poema del baúl de mis recuerdos, cuando ya sabía que el amor podía ser infinito e infinito, siempre el mismo y siempre diferente.
yolandaatontaílla